domingo, 30 de agosto de 2015

[Testimonios] Venezolanos en el exterior - Carolina

A Carolina la conocemos por sus valiosas reflexiones acerca del exilio venezolano, que ya han formado parte de este blog y que, seguramente, le han dado aliento a muchos para tomar la decisión de emigrar. En esta ocasión, el rol de Carolina es diferente. Ahora comparte con nosotros su punto de vista como emigrante, así como también nos brinda algunos consejos para poder sobrellevar el exilio con paciencia y determinación.  


«Mi vocación es educar y entre los proyectos que tengo aquí en España se destaca el de seguir educando así sea en la distancia; si eso contribuye a un mejor futuro para mi país (Venezuela), creo que será el mejor granito de arena que pueda aportar para un cambio sostenible en el tiempo».


Nombre:  Carolina. 
Edad: 36.
Profesión: Contable. 
Nivel de estudios: Universitario.
Lugar de nacimiento: Coruña - España.
País de residencia: España.

¿Cómo nace la idea de emigrar? 
Ante la situación que se vivía en Venezuela y a pesar de tener una situación laboral estable como profesora universitaria, mi esposo y yo decidimos marcharnos en procura de un mejor futuro para nuestra hija.

¿Trabajabas en el momento de tomar la decisión de marcharte?
Si, llevaba catorce años ejerciendo mi carrera como contador público y nueve años como profesora universitaria.

¿Te costaba encontrar trabajo en tu área? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
No, el campo laboral de mi carrera era bastante bueno. Sin embargo y, debido a la inflación, las condiciones económicas eran pésimas; puedo incluso contar a modo de anécdota que tras nueve años trabajando como profesora asistente en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), mi fondo de jubilación hasta marzo del año 2014, hoy en día (agosto 2015), alcanzaría solamente para comprar una licuadora.

¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera de Venezuela?
De vivir, buena. Soy emigrante retornada española, ya que nací en España y retorné al país que me vio nacer. Sin embargo, la adaptación quizás ha sido un poco lenta, no es la misma cultura que me inculcaron mis padres y abuelos.
En cuanto a trabajo, puedo afirmar que en España las condiciones laborales son muy distintas a las que se encuentran en Venezuela, aunque, al menos en Galicia, ganando poco dinero se vive bastante bien en comparación con grandes ciudades como Barcelona o Madrid.

¿Consideras que las condiciones, tanto laborales como sociales,  son mejores en tu actual lugar de residencia?
Sociales, definitivamente sí, cualquier país occidental hoy en día, –lamentablemente para Venezuela-, goza de mejores condiciones en términos de abastecimiento, salud, educación y sobre todo seguridad.
En términos laborales, España no goza actualmente de las mejores cifras o condiciones; quien piense que vendrá aquí con la misma comodidad laboral que se vivía en Venezuela se llevará quizás una desilusión, pero vale la pena, la experiencia incluso hace que uno se redefina como profesional, se experimenten nuevos talentos. Ante la experiencia migratoria uno se reinventa como ser humano.

¿Echas de menos Venezuela? Si es así, ¿qué es lo que más añoras? 
Sí, hay meses mejores, otros peores; también es cuestión de actitud: añoro a mi familia, los sabores, la gente. Me fui pensando en jamás regresar y a veces incluso siento que lloro a una Venezuela que no existe, como en los duelos, a veces me encuentro derramando lágrimas por un muerto.

¿Qué es lo que más te gusta de tu actual lugar de residencia?
La seguridad, el sistema de educación y la salud pública.

¿Y lo que menos te gusta?
Las diferencias culturales me han afectado más de lo que habría imaginado.

Si las cosas estuvieran mejor, ¿te plantearías volver a Venezuela?
Creo que esa pregunta resuena en todos los que hemos salido del país, sin embargo, racionalmente hablando, por ahora no me planteo regresar, pero no lo descarto. Como el refrán que dice “nunca digas nunca”.

¿Consideras positiva tu experiencia actual?
Toda experiencia deja un aprendizaje, así que sí, la mayoría del tiempo emigrar lo veo como una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.

¿Vives con cierta frustración la actual situación venezolana? ¿Sientes impotencia y ganas de hacer algo por Venezuela desde tu actual residencia?
Sí, confieso que a veces el hecho de abrir mi nevera y ver comida me da remordimiento o simplemente salir a caminar por la noche tranquila me hace preguntarme en qué hemos fallado, sería irresponsable dejar toda la culpa en manos del gobierno. Venezuela, socialmente hablando, adolece de problemas que ha cosechado desde hace muchos años. Tal como decía Arturo Uslar Pietri, sembrar el petróleo: es una frase, desafortunadamente, sustantiva; el día que se haga verbo, el futuro venezolano probablemente sea otro.
Mi vocación es educar y entre los proyectos que tengo aquí en España se destaca el de seguir educando así sea en la distancia; si eso contribuye a un mejor futuro para mi país (Venezuela), creo que será el mejor granito de arena que pueda aportar para un cambio sostenible en el tiempo.

¿Hubieses pensado verte en esta situación hace algunos años? 
No, hace diez años ni se me habría pasado por la cabeza que hoy estaría viviendo en España.

Por último, un mensaje dirigido a quienes están pensando en la posibilidad de emigrar:
Que asuman el reto, no van a perder nada; por el contrario, ganarán en vivencias y aprendizajes. Por otro lado, probablemente puedan ayudar más al país desde lejos.-

domingo, 23 de agosto de 2015

El exilio desde adentro - María Celeste Conde

Desde No hay fronteras, los invitamos a leer a María Celeste Conde, venezolana residente en Maracay y quien nos da a conocer su punto de vista acerca de la diáspora venezolana.
 
 
«No me planteaba irme enemistada con el país y ahora me siento un poco de esta forma, como en una relación donde la pareja se separa y en la que se alegan “diferencias irreconciliables”».
 
 
Nombre: María Celeste Conde G.
Edad: 24.
Profesión: Estudiante de Ingeniería civil.
Nivel de estudios: Universitario.
Lugar de nacimiento: Maracay.
País de residencia: Venezuela.
 
¿Qué opinas acerca del fenómeno migratorio en Venezuela? 
Opino muchas cosas, pero principalmente que es injusto; sentirse forzado a dejar tu país en búsqueda de algún nivel de estabilidad, huir de esta perenne incertidumbre, porque así vivimos, en incertidumbre, sin poder hacer planes, en medio del caos. No deseo juzgar a los que se van ni a los que estamos aún aquí, es un tema demasiado amplio y no tengo opiniones concluyentes; por ahora, sólo confusión, decepción y tristeza. Si me voy, no será contenta y eso es lo que más me duele.

¿Consideras que es beneficioso o perjudicial para el país?
Es perjudicial, muchas personas talentosas e inteligentes se están yendo por miedo, por rabia, enemistados con el país, dejan resentimiento aquí y se van con resentimiento.

Durante los últimos 16 años, ¿has tenido que despedir a familiares y/o amigos que se han marchado de Venezuela?
Sí, amigos. Familiares no, hasta ahora.

¿Mantienes el contacto con ellos? ¿Qué opinas acerca de su decisión de emigrar?
Sí, mantengo contacto y respeto su decisión. Todos han tenido razones válidas y basado en que todos son profesionales a los que les está yendo mucho mejor afuera, inclusive con trabajos que no corresponden con su formación en algunos casos, supongo entonces que deben estar, en cierto modo, bien y que en un futuro mejorará su condición y ejercerán sus profesiones cuando se adapten. Eso es mucho más de lo que ahora nos puede ofrecer nuestro país.

¿Cómo está siendo la experiencia de vivir en Venezuela cuando una parte importante de la juventud desea irse del país?
Dolorosa y confusa, muchos sentimientos encontrados.

¿Te plantearías irte de Venezuela?
Sí.

¿Crees que la idea de emigrar y elaborar un plan migratorio resulta fácil encontrándote en Venezuela? 
Para nada, deseo vivir en algún momento fuera de Venezuela, me lo planteé mucho antes de esto, ha sido un sueño poder estudiar en universidades reconocidas más allá de mis estudios superiores actuales, pero ahora realmente no sé cómo funcionaría. Primero, debo graduarme y luego luchar por una beca, posiblemente.

¿Vives con cierta frustración la actual situación venezolana? ¿Sientes impotencia y ganas de hacer algo por el país?
Vivo con mucha frustración, principalmente conmigo misma y con los que continuamos aquí, veo con mucho dolor cómo somos indiferentes y cómo nos estamos regodeando en la miseria, en la mediocridad. De cierta forma, me siento abandonada por mi propia gente, sobre todo al intentar, desde mi pequeño lugar, de hacer las cosas bien, de la forma correcta y ver cómo todo el entorno está prácticamente en contra de eso.

¿Hubieses pensado verte en esta situación hace algunos años?
Como dije antes, era un sueño antiguo estudiar afuera pero volver y hacer mi vida aquí en Venezuela. Yo quiero vivir en Venezuela, quiero que la gente quiera vivir aquí, no que se queden porque “esto es lo que nos tocó”, no, que realmente amen al país, que tengamos la solidaridad como un verdadero valor, no que nos engañemos con lo “chévere” y no respetemos el trabajo del otro o su simple existencia.
No, no me planteaba irme enemistada con el país y ahora me siento un poco de esta forma, como en una relación donde la pareja se separa y en la que se alegan “diferencias irreconciliables”.

 
Por último, un mensaje dirigido a los venezolanos que han emigrado:
Los extraño mucho y los quiero mucho, siempre.-

lunes, 17 de agosto de 2015

[Testimonios] Venezolanos en el exterior - Ángelo y Sarai (Vídeo)

Damos la bienvenida a Ángelo y Sarai, venezolanos radicados en Chile, quienes nos narran algunas de sus vivencias antes de dar el paso definitivo de emigrar y cómo ha sido su vida en Chile tras esa decisión. Al mismo tiempo, nos ofrecen unos excelentes consejos acerca de lo que implica la emigración y cómo sobrellevar la vida como inmigrante en otro país.  


«Hagamos de esto una experiencia de vida, involucrémonos y seamos capaces de ser unos ciudadanos ejemplares en lo posible». Sarai.
 
 
 «Si llegas a un lugar nuevo, únete a él». Ángelo.
 
 
 

 

sábado, 8 de agosto de 2015

Qué hacer cuando fallece un familiar en el exterior

Recientemente, las redes sociales se han hecho eco del fallecimiento de venezolanos en el exterior (Casos Katherine Rivero y Johan Rosendo) cuyas familias pasaron por muchas dificultades para viajar al país donde se encontraban y posteriormente llevar a cabo los trámites respectivos para la repatriación de sus restos. La muerte de un ser querido es un tema del cual no nos detenemos a pensar “¿Qué pasaría si…?”; tampoco tomamos las previsiones necesarias para asumir todas las consecuencias que acarrea el fallecimiento de un familiar en el exterior. En este sentido, aunque es una situación que no deseamos ni mencionar, vamos a brindarles una serie de consejos generales que les permitan, al menos, tener conocimiento de lo que se debe hacer al respecto si ocurre el fallecimiento de un familiar en el extranjero, específicamente en España.

De darse el caso, procure seguir las siguientes recomendaciones:

1) Diríjase al servicio consular del país respectivo. Posiblemente obtenga la información y el apoyo oportuno para llevar a cabo todos los trámites relacionados con el caso. (Para ubicar datos de consulados en el mundo, ver: http://www.embajada-consulado.com/).

2) Deberá obtener el documento que acredita la muerte de la persona, esto es el certificado médico de defunción que es suministrado, por lo general, por la funeraria. Dicho certificado es expedido por el médico que hizo tratamiento al fallecido o cualquier otra persona que haya reconocido el cuerpo. Si aún no ha establecido contacto con alguna funeraria, deberá dirigirse al Colegio Oficial de Médicos de la localidad donde reside donde le indicarán los pasos a seguir para la obtención de este documento.

3) Posteriormente, acompañando el certificado médico de defunción, deberá inscribir el fallecimiento dentro de las 24 horas siguientes a la muerte, ante el Registro Civil de la localidad donde residía el fallecido. Las funerarias se pueden encargar de gestionar este trámite aunque igualmente puede realizarlo un familiar o allegado del fallecido. Es importante destacar que este trámite permitirá la expedición de la licencia para el entierro o cremación.

4) Una vez inscrita la defunción ante el Registro Civil, se podrá dar sepultura o proceder a la cremación del fallecido.

Consideraciones adicionales:

• Existen compañías aseguradoras que incluyen todos los servicios funerarios y trámites legales tras el fallecimiento de una persona.

• Si desea dar sepultura al familiar o bien proceder a una cremación, existen tasas municipales que deberá pagar según las ordenanzas del Municipio donde residía el fallecido.

• Existen una serie de prestaciones económicas y/o pensiones otorgadas por el Estado Español que pueden servir de apoyo a familiares del fallecido, tales como: auxilio por defunción, prestación económica por hijo o menor acogido a cargo; subsidio en favor de familiares
 y pensión de orfandad.

• Una vez que el fallecimiento se ha inscrito ante el Registro Civil y se haya dado sepultura o procedido a la cremación del fallecido, los familiares o allegados deberán dirigirse con la documentación respectiva a las entidades bancarias, instituciones gubernamentales, universidades, institutos, etc. para dar a conocer la situación.

• En el caso de venezolanos fallecidos en el exterior, dada la escasez de boletos aéreos y el férreo control de divisas establecido por el Gobierno venezolano, algunas aerolíneas estatales (aunque de forma poco eficiente) han concedido boletos de avión de carácter excepcional para facilitar el traslado de los familiares. Por su parte, muchos se han valido de solicitar apoyo ante los grupos de venezolanos en el exterior y no sólo han conseguido reunir fondos suficientes para pagar todos los gastos que acarrean estas circunstancias sino que, al mismo tiempo, les han facilitado ayuda legal de forma voluntaria. Aprovechamos el espacio para agradecer a aquellos que han colaborado de forma desinteresada con los familiares de venezolanos fallecidos en el extranjero.-

domingo, 2 de agosto de 2015

El exilio desde adentro - Gabriel

En esta ocasión, nos escribe Gabriel desde Caracas, quien nos narra sus apreciaciones acerca de la emigración venezolana.
 
 
«Siempre tuve la idea de que mientras la sociedad se mantuviera íntegra y trabajadora, sea cual fuera el escenario político y económico, yo podría seguir aquí y trabajar por Venezuela. Ya no creo en ello, me siento ajeno a mi país».
 
 
 
Nombre: Gabriel.
Edad: 26.
Profesión: Ingeniero químico. 
Nivel de estudios: universitario.
Lugar de nacimiento: Caracas.
País de residencia: Venezuela.
 
¿Qué opinas acerca del fenómeno migratorio en Venezuela?
Creo que es una consecuencia lógica de la situación actual que modificará, en mayor o menor grado, la identidad del venezolano y sus posturas frente al país, cultura y sociedad.

¿Consideras que es beneficioso o perjudicial para el país?
Eso dependerá de cómo el propio venezolano asimile dicho fenómeno: ¿Es beneficioso o perjudicial que un recién graduado  haga vida en un país donde el sector productivo se encuentra totalmente destruido?  ¿Es beneficioso o perjudicial que una empresa  que trabaje y aporte valor agregado a un insumo nacional pierda su capital por malas políticas públicas?  Yo creo que sería una pérdida enorme dejar que nuevos profesionales y empresas se oxiden en un país que no le importa su futuro. La coyuntura en sí podría parecer desalentadora, pero me parece mucho más apremiante estudiar y sacar el máximo provecho a los procesos migratorios. Me considero un ingeniero oxidado, quizás esté equivocado pero esa es mi opinión.

Durante los últimos 16 años, ¿has tenido que despedir a familiares y/o amigos que se han marchado de Venezuela?
Sí.

¿Mantienes el contacto con ellos? ¿Qué opinas acerca de su decisión de emigrar?
En mi caso ocurre algo curioso que yo no sé si se generalice en otras personas; la terrible situación del país ha obligado que de cierta manera  cada quien se enfoque y se ocupe más de su vida, es decir, no existe esa afinidad o camaradería de antes y, obviamente, eso se magnífica si ya te encuentras fuera de Venezuela. Por lo tanto, mantener el contacto ha sido tarea difícil; con familiares es caso aparte.
En cuanto a la segunda pregunta, opino que toda persona que quiera irse está en su derecho; causa impotencia apreciar la frustración de tantos que desean irse y no pueden por las dificultades actuales. Ahora bien, es una decisión que debe pensarse con detenimiento. Mucha gente se apresura y cuando se encuentran en el extranjero reciben un shock tremendo porque pensaban otra cosa de la emigración.

¿Cómo está siendo la experiencia de vivir en Venezuela cuando una parte importante de la juventud desea irse del país?
Me siento totalmente oxidado. En mi caso, cuando me gradué, tenía muchas expectativas e ideales sobre lo que quería ser, a dónde quería llegar e incluso mi contribución con el país. Así de iluso era. Ahora hasta pensar en una especialización o estudio superior me parece inútil o un arma de doble filo. La empresa privada y pública no busca nuevos profesionales ni los incentiva. Venezuela no aprecia ni cuida a su juventud y eso le pasará factura.

¿Te plantearías irte de Venezuela? 
Me planteo irme de Venezuela.
 
¿Crees que la idea de emigrar y elaborar un plan migratorio resulta fácil encontrándote en Venezuela?
Cuando vives en un escenario tan cambiante como el de Venezuela, armar un plan migratorio resulta hasta ridículo: inflación, pasaje, divisas, legalización de papeles. Pero supongo que desde algo se debe partir.

¿Vives con cierta frustración la actual situación venezolana? ¿Sientes impotencia y ganas de hacer algo por el país?
Siento impotencia al ver cómo mi vida se escurre en la nada. Ya no quiero hacer algo por un país que te trata de maneras tan hostiles, la descomposición social me causa una tristeza terrible. Siempre tuve la idea de que mientras la sociedad se mantuviera íntegra y trabajadora, sea cual fuera el escenario político y económico, yo podría seguir aquí y trabajar por Venezuela. Ya no creo en ello, me siento ajeno a mi país.

¿Hubieses pensado verte en esta situación hace algunos años?
Pensé en varios escenarios similares al actual, mas nunca el del ciudadano conforme y comprensivo ante una cola para comprar comida racionada. Esto es alarmante, atenta hasta contra tu dignidad e integridad. ¿En qué concepto se tiene el venezolano?

Por último, un mensaje dirigido a los venezolanos que han emigrado:
Más que un mensaje es una reflexión:  la decisión de irte o quedarte en tu país no te convierte en un héroe, no te hace más o menos valiente o incluso venezolano. Mantener tu integridad, tus convicciones, respetar tu nombre y el de tu país posiblemente sí.-