domingo, 23 de agosto de 2015

El exilio desde adentro - María Celeste Conde

Desde No hay fronteras, los invitamos a leer a María Celeste Conde, venezolana residente en Maracay y quien nos da a conocer su punto de vista acerca de la diáspora venezolana.
 
 
«No me planteaba irme enemistada con el país y ahora me siento un poco de esta forma, como en una relación donde la pareja se separa y en la que se alegan “diferencias irreconciliables”».
 
 
Nombre: María Celeste Conde G.
Edad: 24.
Profesión: Estudiante de Ingeniería civil.
Nivel de estudios: Universitario.
Lugar de nacimiento: Maracay.
País de residencia: Venezuela.
 
¿Qué opinas acerca del fenómeno migratorio en Venezuela? 
Opino muchas cosas, pero principalmente que es injusto; sentirse forzado a dejar tu país en búsqueda de algún nivel de estabilidad, huir de esta perenne incertidumbre, porque así vivimos, en incertidumbre, sin poder hacer planes, en medio del caos. No deseo juzgar a los que se van ni a los que estamos aún aquí, es un tema demasiado amplio y no tengo opiniones concluyentes; por ahora, sólo confusión, decepción y tristeza. Si me voy, no será contenta y eso es lo que más me duele.

¿Consideras que es beneficioso o perjudicial para el país?
Es perjudicial, muchas personas talentosas e inteligentes se están yendo por miedo, por rabia, enemistados con el país, dejan resentimiento aquí y se van con resentimiento.

Durante los últimos 16 años, ¿has tenido que despedir a familiares y/o amigos que se han marchado de Venezuela?
Sí, amigos. Familiares no, hasta ahora.

¿Mantienes el contacto con ellos? ¿Qué opinas acerca de su decisión de emigrar?
Sí, mantengo contacto y respeto su decisión. Todos han tenido razones válidas y basado en que todos son profesionales a los que les está yendo mucho mejor afuera, inclusive con trabajos que no corresponden con su formación en algunos casos, supongo entonces que deben estar, en cierto modo, bien y que en un futuro mejorará su condición y ejercerán sus profesiones cuando se adapten. Eso es mucho más de lo que ahora nos puede ofrecer nuestro país.

¿Cómo está siendo la experiencia de vivir en Venezuela cuando una parte importante de la juventud desea irse del país?
Dolorosa y confusa, muchos sentimientos encontrados.

¿Te plantearías irte de Venezuela?
Sí.

¿Crees que la idea de emigrar y elaborar un plan migratorio resulta fácil encontrándote en Venezuela? 
Para nada, deseo vivir en algún momento fuera de Venezuela, me lo planteé mucho antes de esto, ha sido un sueño poder estudiar en universidades reconocidas más allá de mis estudios superiores actuales, pero ahora realmente no sé cómo funcionaría. Primero, debo graduarme y luego luchar por una beca, posiblemente.

¿Vives con cierta frustración la actual situación venezolana? ¿Sientes impotencia y ganas de hacer algo por el país?
Vivo con mucha frustración, principalmente conmigo misma y con los que continuamos aquí, veo con mucho dolor cómo somos indiferentes y cómo nos estamos regodeando en la miseria, en la mediocridad. De cierta forma, me siento abandonada por mi propia gente, sobre todo al intentar, desde mi pequeño lugar, de hacer las cosas bien, de la forma correcta y ver cómo todo el entorno está prácticamente en contra de eso.

¿Hubieses pensado verte en esta situación hace algunos años?
Como dije antes, era un sueño antiguo estudiar afuera pero volver y hacer mi vida aquí en Venezuela. Yo quiero vivir en Venezuela, quiero que la gente quiera vivir aquí, no que se queden porque “esto es lo que nos tocó”, no, que realmente amen al país, que tengamos la solidaridad como un verdadero valor, no que nos engañemos con lo “chévere” y no respetemos el trabajo del otro o su simple existencia.
No, no me planteaba irme enemistada con el país y ahora me siento un poco de esta forma, como en una relación donde la pareja se separa y en la que se alegan “diferencias irreconciliables”.

 
Por último, un mensaje dirigido a los venezolanos que han emigrado:
Los extraño mucho y los quiero mucho, siempre.-

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