martes, 26 de agosto de 2014

[Testimonios] Venezolanos en el exterior - Mariclé García

Damos la bienvenida a este segmento de No hay fronteras a Mariclé García, venezolana radicada en Argentina, quien nos cuenta su experiencia desde el exilio.
 
 
«Duele mucho ver desde lejos como el país donde nací, crecí y viví 39 años de mi vida no es, no está. Estar, sin estar, no es fácil. Nuestro compromiso es ejercer el gentilicio de manera que conozcan la mejor versión del venezolano: alegre, amable, solidario, chévere. No esto en lo que nos han convertido».
 
El Rosedal de Palermo. Imagen tomada de http://elamoreslibre.ning.com/
 
Nombre: Mariclé García Pelayo
Edad: 47 años
Profesión: Ingeniero Industrial
Nivel de estudios: Universitario
Lugar de nacimiento: Punto Fijo, Paraguaná. Estado Falcón
País de residencia: Argentina (Buenos Aires)

¿Cómo nace la idea de emigrar?
Ambos, tanto mi esposo como yo, somos ex trabajadores de PDVSA. No creo haga falta recordar la persecución de la que fuimos objeto. Las empresas que estaban dispuestas a darnos trabajo eran amenazadas por el gobierno de rescindirle contratos. Así nos fue impuesto un cerco asfixiante… Fue ahí cuando decidimos buscar opciones más allá de nuestras fronteras.
 
¿Trabajabas en el momento de tomar la decisión de marcharte?
Trabajaba en casa a tiempo completo :) Disfrutando de mis hijos y ocupándome de que todo estuviera en orden.
 
¿Te costaba encontrar trabajo en tu área? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
Era difícil tomando en cuenta que mis 10 años de experiencia laboral fueron en PDVSA. Y eso, para la fecha, era un estigma.
 
¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera de Venezuela?
Actualmente no trabajo. Vivir en este país maravilloso que es Argentina ha sido una experiencia fascinante. Buenos Aires nos abrazó con su aroma de tango desde el primer día. Esta ciudad es una bendición. Hay de todo, para todos. Parques, plazas, museos, teatros, librerías, edificios de todos los estilos arquitectónicos… Mención aparte para la gastronomía argentina. ¡De 10!
 
¿Consideras que las condiciones, tanto laborales como sociales, son mejores en tu actual lugar de residencia?
Indudablemente, sí. Aunque la carga impositiva es alta, hay mejores condiciones que en Venezuela. Algo para destacar es el buen funcionamiento del transporte público. A pesar de ser una ciudad inmensa, cuenta con un excelente servicio de transporte. Hay líneas de colectivos que recorren TODA la ciudad a un costo bastante razonable. Esa es una de las cosas que más llama la atención a quienes han venido a visitarnos.
 
¿Echas de menos Venezuela? Si es así, ¿qué es lo que más añoras?
Venezuela es mi piel. ¿Cómo no extrañarla? Antes dije que Buenos Aires nos había abrazado con aroma de tango desde el primer momento. Ahora debo puntualizar que el Alma Llanera no ha dejado de estar en mi corazón ni un segundo. Añoro muchas cosas… Mi familia, mis amigos, el sabor y sazón de nuestra comida, el mar, mi Cerro de Santa Ana, ¡el chocolate! ¡La lista es larga!
 
¿Qué es lo que más te gusta de tu actual lugar de residencia?
Todo. De Buenos Aires me gusta todo. Si tengo que mencionar algo en particular diría que sus plazas y parques, oasis en medio de la jungla de concreto.
 
¿Y lo que menos te gusta?
Ver que cada vez hay más gente viviendo en la calle. Eso me entristece mucho.
 
Si las cosas estuvieran mejor ¿te plantearías volver a Venezuela?
Sí. Hay que refundar a Venezuela y eso solo será posible con la ayuda de todos.
 
¿Consideras positiva tu experiencia actual?
Sí, mucho. Somos venezolanos, sin embargo, todos los días reconstruimos nuestra identidad. Aprendimos a vivir con cuatro estaciones al año y así como amigos argentinos descubrieron las arepas y tequeños, nosotros disfrutamos una rica carbonada.

¿Vives con cierta frustración la actual situación venezolana? ¿Sientes impotencia y ganas de hacer algo por Venezuela desde tu actual residencia?
¿Con cierta frustración? Con ABSOLUTA frustración. Duele mucho ver desde lejos cómo el país donde nací, crecí y viví 39 años de mi vida no es, no está. Estar, sin estar, no es fácil. Nuestro compromiso es ejercer el gentilicio de manera que conozcan la mejor versión del venezolano: alegre, amable, solidario, chévere. No esto en lo que nos han convertido.
 
¿Hubieses pensado verte en esta situación hace algunos años?
Nunca. Ni en mis peores pesadillas hubiera imaginado que Venezuela llegara a la situación en que está.
 
Por último, un mensaje dirigido a quienes están pensando en la posibilidad de emigrar
Emigrar es una decisión personalísima. A quienes están considerándolo les digo que decidan según lo que crean es mejor y una vez estén convencidos, sigan adelante. No es fácil, pero con actitud y voluntad todo se puede.-

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