martes, 5 de agosto de 2014

El exilio desde adentro - Kevin Jaimes

Le damos la bienvenida a "El exilio desde adentro" a Kevin Jaimes, joven venezolano que comparte con nosotros su punto de vista acerca de la emigración.
 
«Cuando de cumplir sueños se trata, no hay nada que pueda detenerlos. Espero que algún día Venezuela pueda ser el mejor país del mundo y que, estando donde estén, digan que regresarán a sus orígenes y puedan respirar aires de libertad…»
 
 
Nombre: Kevin Jaimes
Edad: 24 años
Profesión: Contador Público
Nivel de estudios: Universitario
Lugar de nacimiento: Caracas
País de residencia: Venezuela
 
¿Qué opinas acerca del fenómeno migratorio en Venezuela?
Creo que, más que un fenómeno, es una realidad fuerte, latente y palpable por la que está pasando Venezuela.  En estos últimos meses, es increíble la cantidad de personas conocidas que han "huido" del país en busca de una mejor calidad de vida (independencia, estabilidad económica, seguridad social, seguridad jurídica, entre otras tantas). Sinceramente, es una realidad preocupante, que en lo personal me genera mucha inquietud ya que lo percibo como una señal, muy tentadora por cierto, que me dice «¿Qué estás esperando?».

¿Consideras que es beneficioso o perjudicial para el país?
Con esta pregunta intentaré ser pragmático. Evidentemente, es bastante perjudicial la fuga de cerebros y personas preparadas que emigran de nuestro país en búsqueda de alternativas y de un futuro mejor. Sin embargo, confío en que, para estas personas, esto sólo sea un proceso de aprendizaje temporal que los ayude, algún día, a retornar a Venezuela (cuando todo mejore, supongo, y siendo muy optimista en este sentido) y de alguna forma tomar todo lo aprendido de otras culturas, costumbres  y tradiciones para aplicarlas al país y lograr de una vez por todas el crecimiento y la prosperidad que muchos Venezolanos llevan durante años luchando y esperando.

 
Durante los últimos 15 años, ¿has tenido que despedir a familiares y/o amigos que se han marchado de Venezuela?
¡Muchos! Y más que irlos a despedir, es enterarse o que sea tema de conversación común en una reunión social. Recuerdo escuchar, por ejemplo, que la prima de una amiga se fue o una pariente lejana de algún compañero se fue para otro país.

Ahora es duro decir: mi hermana se fue del país o mi hermano se está preparando para hacer vida en otro lugar. Nunca imaginé que esto podría pasar en mi núcleo familiar y con mis compañeros más cercanos.

¿Mantienes el contacto con ellos? ¿Qué opinas acerca de su decisión de emigrar?
Eventualmente, así como ver fotos y videos en las redes sociales. Sigue siendo una realidad dura. Me alivia saber que estando en otros lados, estén tan contentos, tranquilos y seguros, pero sin duda me da un poco de frustración saber que no puedo gozar de tantos beneficios en mi propio país.
Sobre su decisión de emigrar, sinceramente admiro el valor que tienen de dejar todo y partir hacia otro norte y me alegra mucho saber que consiguieron una solución para seguir adelante, a pesar de los apegos y de la nostalgia del calor Venezolano.

¿Cómo está siendo la experiencia de vivir en Venezuela cuando una parte importante de la juventud desea irse del país?
Como lo he comentado anteriormente, siento que esto es una señal o una alarma que me dice que tengo que hacer algo al respecto. Aún creo en mi país y siento que algún día puede mejorar y salir de esta incertidumbre en la que vivimos, sin embargo, en este momento decidí darle un plazo a esta situación, ya que no es posible que sigamos siendo la mujer que el esposo la golpea pero ella sigue creyendo que él la ama, metafóricamente hablando. Decidí darle a Venezuela hasta el 2014, no más de allí.

¿Te plantearías irte de Venezuela?
Las circunstancias me obligan y a pesar de ser lo más positivo posible, lamentablemente la realidad es cada vez más fuerte y la vida en Venezuela es insostenible. Este año lo he pensado constantemente cada vez que me levanto y cada vez que me voy a dormir. Pienso en opciones, pienso en personas, pienso en oportunidades; creo que inevitablemente ese será el capítulo final.

¿Crees que la idea de emigrar y elaborar un plan migratorio resulta fácil encontrándote en Venezuela? 
Para nada, considero que tengo un espíritu aventurero y de probar nuevos espacios que me permitan poner a prueba mis capacidades y mis formas de ver la vida. Sin duda recibo con entusiasmo el hecho de plantearme la idea de emigrar y de elaborar un plan de acción para ello. Lo difícil de todo esto es el apego a todo lo que amas y a todo lo que tienes en tu país (familia, amigos, costumbres, responsabilidades, tradiciones).
Quizás sea más sencillo estando en un viaje en otro país, ya que estaría viendo a Venezuela desde otra perspectiva. Sucede mucho que cuando uno está en una situación de conflicto o está tan inmerso en algo como nuestra situación-país, resulta más difícil tomar una decisión o ver las cosas con mayor claridad. Sería bueno pasar a ser espectador y ver en qué realmente falla Venezuela.

Si Dios quiere, tendré esa oportunidad dentro de poco viajando a otro país y así generar cierto contraste y poder entender qué tanto le hace falta a Venezuela.
Sólo he tenido la oportunidad de salir del país una sola vez (Colombia) y me parece increíble que los Colombianos estén tan avanzados en todos los ámbitos a pesar de su tema de guerrilla y de sus situaciones políticas anteriores. Esto es algo que me generó mucha inquietud, sabiendo que Colombia también es un país considerado como del Tercer Mundo y que se encuentra justo al lado de Venezuela. Si Colombia me mostró esa imagen de país y quedé impresionado, no quisiera imaginar un país desarrollado como España.

¿Vives con cierta frustración la actual situación venezolana? ¿Sientes impotencia y ganas de hacer algo por el país?
Totalmente, me sucede por etapas: al leer noticias, al ir a elecciones, al ver tanta intolerancia entre venezolanos, al saber que no tenemos ningún tipo de garantía en ningún ámbito. Ganas me sobran para sacar el país adelante y de hecho, siendo miembro activo del Movimiento Scout, siento que estoy dando un granito de arena formando jóvenes y logrando de alguna manera que ellos sean unos ciudadanos de bien. Esto logra calmar un poco mi impotencia y mi desmotivación por la situación, pero incluso la realidad es tan fuerte que cada vez se hace más difícil servir a los demás.

¿Hubieses pensado verte en esta situación hace algunos años?
Sinceramente sí y estoy seguro porque mi familia siempre ha estado sumamente clara de la situación Venezolana. Mis papás y mis hermanos siempre han sido conscientes, desde 1999 luego de anunciar al sucesor de Rafael Caldera (II), de que el país iría en decadencia porque la historia lo ha demostrado siempre: Militar no puede estar en el gobierno. ¿El resultado? 15 años de desidia y de retroceso. 15 años de odio y fanatismo. 15 años cuyo plan de gobierno fue utilizar el dolor, la miseria, y las carencia de millones de personas como bandera para lograr atornillarse en el poder. Esto, siendo tan joven, sabía que iba a pasar, y año tras año la situación me sigue dando la razón.

Por último, un mensaje dirigido a los venezolanos que han emigrado:
No hay decisiones buenas y malas, sencillamente son decisiones. Cada una de aquellas personas que han ido a buscar otro norte tienen todo el derecho y la responsabilidad de tomar esta dura decisión para seguir adelante. Cuando de cumplir sueños se trata, no hay nada que pueda detenerlos.
Espero que algún día Venezuela pueda ser el mejor país del mundo y que, estando donde estén, digan que regresarán a sus orígenes y puedan respirar aires de libertad… Venezuela, muy contenta, llorará y los recibirá con los brazos abiertos, como un hijo que se perdió y volvió a encontrar nuevamente su hogar. Pero no sólo que se perdió, sino que aprendió y entendió que no sólo hay que darle tiempo al país, sino también darse la oportunidad de vivir.-

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