domingo, 12 de julio de 2015

[Testimonios] Venezolanos en el exterior - Victoria Guerra

En esta ocasión, le damos la bienvenida a Victoria Guerra, venezolana radicada en Buenos Aires, quien nos cuenta su vida como emigrante.


Nombre: Victoria Guerra.
Edad: 25.
Profesión: Politóloga de profesión, escritora de oficio.
Nivel de estudios: Universitario.
Lugar de nacimiento: Caracas, pero viví en Maracaibo toda la vida.
País de residencia: Argentina (en Buenos Aires).

 
 
«Hay mucha gente que se va físicamente pero emocionalmente sigue pegada en Venezuela y, aunque a veces sea duro, hay que intentar darle una oportunidad al país que te recibe».
 
Victoria junto a su novio.
 
¿Cómo nace la idea de emigrar?
Honestamente, nunca tuve planes de quedarme en Venezuela. Básicamente esperé a tener un título, pero desde hacía muchos años quería irme.
 
¿Trabajabas en el momento de tomar la decisión de marcharte?
Sí, estaba trabajando en una agencia de marketing en Maracaibo.
 
¿Te costaba encontrar trabajo en tu área? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
Tuve bastante suerte en Venezuela en ese aspecto, apenas me gradué conseguí trabajo en una de las agencias de publicidad más importantes de Maracaibo, no me fue bien y conseguí otro trabajo pronto; no ganaba un buen sueldo (particularmente en la primera experiencia laboral), pero me fui de Venezuela apenas ocho meses después de graduarme, tampoco era realista esperar un sueldazo. Por suerte, no me hacía falta tampoco.
 
¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera de Venezuela?
A las pocas semanas de llegar, conseguí un trabajo a medio tiempo que paga bastante bien y lo hago desde casa, allí sigo; de un mes para acá, también tengo otro freelance que me ocupa un par de horas al día. A veces termino de trabajar tarde en la noche y es duro, pero me da la oportunidad de ahorrar y vivir cómoda.
 
¿Consideras que las condiciones, tanto laborales como sociales,  son mejores en tu actual lugar de residencia?
Mil veces. También es que esta es una ciudad enorme y como tal hay muchas oportunidades (y también mucha competencia, hay que admitirlo), además que el mismo rollo cosmopolita en Buenos Aires quita mucho ese enfoque general relacionado con las tonterías de imagen que en Venezuela son mucho más importantes de lo que deberían.
 
¿Echas de menos Venezuela? Si es así, ¿qué es lo que más añoras?
Echo de menos a mis amigos, a mi gato, a comer parrilla los domingos con mi familia; pero a Venezuela particularmente, no.
 
¿Qué es lo que más te gusta de tu actual lugar de residencia?
La gente es mucho más abierta, le hace menos caso cosas que a mí me parecen normales como vivir en pareja sin estar casados o tener piercings o tatuajes visibles. Sonará como una banalidad, pero ese cambio de actitud a mí, por lo menos, me deja mucho más tranquila y menos auto-consciente.
 
¿Y lo que menos te gusta?
El gobierno de Cristina Kirchner, los peronistas y toda la gente que vive convencida de que Hugo Chávez le hizo un favor a Venezuela, que en Argentina no son pocos y están súper dispuestos a hablarte de lo bueno que fue que Chávez le quitara el poder a los ricos.
 
Si las cosas estuvieran mejor, ¿te plantearías volver a Venezuela?
No.
 
¿Consideras positiva tu experiencia actual?
Muy. Llevamos menos de un año en Buenos Aires y tanto mi novio como yo estamos trabajando, vivimos juntos en un país donde esta situación se ve como normal, podemos alquilar un apartamento bonito en una buena zona y comer fuera, incluso de vez en cuando ir a algún concierto -todo eso sin miedo a que nos atraquen en cualquier esquina-.
 
¿Vives con cierta frustración la actual situación venezolana? ¿Sientes impotencia y ganas de hacer algo por Venezuela desde tu actual residencia?
Creo que me da más por preocuparme por mi gente directamente, me he convertido en la mamá a distancia de mis amigos: vivo con el estrés de que siempre les va a pasar algo, que les roben el carro o no consigan acetaminofén  (medicamento) o qué sé yo.
 
¿Hubieses pensado verte en esta situación hace algunos años?
Sí, siempre tuve el plan irme, aunque más que a Argentina, quería Europa o Estados Unidos. Quizá eventualmente nos vayamos para el norte, le tengo algo de desconfianza a la estabilidad de América Latina, la verdad.
 
Por último, un mensaje dirigido a quienes están pensando en la posibilidad de emigrar:
Es tan válido quedarse como irse, es una decisión de vida, por lo cual nadie tiene derecho a reprochártela y, aunque hayan muchísimos que salgan con el discurso de que le estás "dando la espalda" a Venezuela, tienes derecho a hacer tu vida como te parezca mejor.
Otra cosa es que, una vez afuera, las reglas de juego cambian y ya no tienes el "nombre" que tenías, por lo que hay que llevarlo con un poquito de humildad y respetar las reglas del país que te está dando hogar.
Por último, hay mucha gente que se va físicamente pero emocionalmente sigue pegada en Venezuela y, aunque a veces sea duro, hay que intentar darle una oportunidad al país que te recibe y recordar que si te fuiste de Venezuela es porque sabías que no ibas a estar tranquilo allá.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario